domingo, 14 de agosto de 2011

Artificios: lo que el ego se llevó

Un conflictivo saludo a todos los que gozan de perder su tiempo en este, su espacio proveedor de ocio…

Si tuviera que hacer una redacción periodística de esto tendría que usar oraciones como “fue un gran esfuerzo de todo un grupo” o “quedó bastante bien y aprendimos el ejercicio periodístico” pero no hay nada que me obligue a eso, así que relataré lo que pasó en la producción de esta revista en la forma más subjetiva y personal posible.

Hicimos todo al revés, y una actitud muy sabia de mi profesor fue dejar que cometiéramos los errores que debían cometerse… aún recuerdo sus palabras cuando recibimos el trabajo final “con este ejercicio esperaba que brincara el profesional que llevan dentro, es una pena que brincara el ego” y es que esa palabra destrozó el proyecto.

El primer paso era saber que carajos íbamos a hacer, así que decidimos hacer una revista de corte cultural… el problema es que nadie definió exactamente que es “cultura” y hubo algunos trabajos, que creo yo, no son de esta índole, por ejemplo, hay un articulo de un tal Víctor González que es una verdadera porquería ¿”crónica de una peda anunciada”? ¡Por dios! El tipo comenzó a destrozar la publicación desde ahí.

Después de definir que la cultura era el eje temático, armamos una estructura de producción con editor y todo el rollo, cada quien sabía lo que tenía que hacer, en mi caso accedí a ser corrector de estilo y ortografía.

El proyecto se salió de las manos, entre tiempos y costos tuvimos que reestructurar todo en varias ocasiones, se formó un círculo editorial completo del cual yo formé parte y una comisión de diseño que constaba de seis compañeros. El profesor fue muy claro, “Los de diseño van a tener que trabajar mucho, pero tengan en cuenta que es su función, que esa experiencia quede en la egoteca y concéntrense en el trabajo” es una lastima que no le prestaran atención.

Después de la última restructuración, la revista cambió el nombre de “Palíndroma” a “Artificios” y los diseñadores se encerraron como cuatro noches en la casa de una compañera para llegar con las propuestas. Aquí fue donde comenzó el caos, en algún corrupto momento el tal Víctor comenzó a despedir gente, sin autoridad alguna cambió el organigrama en la hoja legal y además cambió la extensión de varios artículos para conseguir mas espacio al articulo de una compañera a la cual le tenia intenciones morbosas, por si fuera poco, pusieron sus caras en la portada, lo cual nos dejó claro lo que estaban haciendo: pendejadas, no hay otra palabra, si no me creen, chequen ustedes mismos picándole aquí.

Para medio arreglar el asunto fue literalmente un pleito callejero, Víctor y su servidor sostuvimos una discusión sumamente fuerte que culminó con amenazas de violencia física después de que enfrente de todo el grupo reveló cosas que le conté en calidad de confidente, si, Víctor era mi amigo, mi hermano, hubiese dado partes vitales de mi anatomía por el y cuando hizo eso terminó con todo resto de respeto o lealtad de mi parte, me traicionó, echó a perder el proyecto y además tomó una serie de actitudes que solo se corrigieron con la intervención de todo el grupo. Al final la revista no quedó tan mal… excepto por errores de impresión cortesía de… ¡exacto! De ese pendejo. Pueden checar la portada medio rescatada aquí.

Puede usted dar un vistazo a la revista descargándola aquí (descargue las 3 partes para poder verla):
Parte 1
Parte 2
Parte 3

Este archivo no fue el que se imprimió, el que llegó a nuestras manos tenía errores de vinculación, orden, color y demás babosadas que no fueron atendidas por que el responsable se encargó a toda costa de mantener su ego inflado en la hoja legal.

Pero no todo fue horrendo, las palabras del profesor fueron: “no es momento de criticar, véanla como su hija, aunque esté feíta no deja de ser su hija y hay que quererla así”

Mis funciones en la redacción terminaron al organizar el evento de presentación, contamos con los discursos del profesor, de Julio Cesar Nepamuceno quien jugó como nuestro editor y de Josemar Rosas García, los dos destacados por el trabajo que hicieron, monumental y nótese que ninguno sacó su ego a relucir.



El invitado de honor fue mi entrañable amigo Guillermo Guerrero, creador del sitio idosdelamente el cual es inspiración y objeto de admiración de este, su espacio proveedor de ocio. Memo nos dió un discurso de la trascendencia de los medios impresos en la actualidad, le quedó bien chido.

También proyectamos un pequeño video cortesía de Arely Hernández y una participación musical de Árbol Antena, agrupación de mi entrañable amigo Alfonso Garcés, quien colaboró en la revista.

No fue la mejor experiencia, fue una producción que me costó como 500 pesos y un amigo y además siempre es mas duro aprender de las experiencias negativas… pero a fin de cuentas aprendimos.

Me despido recordándoles que el tiempo que gastaron aquí lo pudieron emplear en algo de provecho… o pensando en cuantas personas ofrecen su vida por las revistas que terminan en el mueble del baño o en el fondo de la jaula del perico.

¡! CAMBIO Y FUERA ¡!

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