domingo, 7 de agosto de 2011

Algunos vicios periodísticos

Un irregular saludo a todos los que gozan de perder su tiempo en este, su espacio proveedor de ocio…

Les saluda su anfitrión Patch desde un estado de recuperación producto de una golpiza intelectual que me proporcionó la escuela el último año corrido, es en serio, la universidad lucha por quitarme lo ignorante pero yo opongo resistencia.

Así que como consecuencia de esta ardua labor no tengo muchos temas más allá de los que la institución me provee, por lo tanto les pido una disculpa si en las próximas entregas no les puedo hablar de otra cosa que de anécdotas de niño ñoño… triste pero cierto, así será… hey! Pero no se angustien, hay cosas entretenidas, por ejemplo, les hablaré aquí de algunas cosas interesantes que sucedieron en el siguiente curso que tomé desde la última vez que me reporte a La Legión, y hablo del periodismo.

El periodismo es básicamente algo horrible, soy sincero y lo siento por aquellas personas que dedican su vida a esta noble causa, pero el medio encierra una serie de secretos que son tristemente reales. Por ejemplo, partiendo del principio de que “no existe el periodismo objetivo” y no son palabras mías, cualquier persona que labore en el medio y que se lo tome con un poco de profesionalismo sabrá de lo que hablo.

El periodismo es la responsabilidad mediática de dar a conocer los sucesos de la sociedad, así que hay un grupo de personas llamados reporteros que salen a las calles todos los días a perseguir, literalmente, lo que sucede. Es de dominio público que la profesión es sumamente exigente y que a demás de recolectar, hay que redactar la información con cierta metodología, no es trabajo fácil y las personas que se dedican a esto gozan de mi pleno respeto… pero cuando lo hacen bien.

El problema es que la subjetividad comienza desde la recolección de la información, ya que por el simple hecho de redactarla hay que hacer una discriminación de cosas que a nadie le interesa, o por lo menos que al medio no le trasciende.

Lo escuché de voz de dos editores de periódicos de alto reconocimiento y de alta circulación, uno dijo así: “si, yo edito un periódico de derecha” y el otro dijo: “yo solo edito el suplemento cultural, pero todos sabemos que la Jornada es un periódico de izquierda” y aun cuando suenan como fuertes declaraciones creo que es bastante lógico. En un plano personal, no voy a comprar un diario que me da la información peyorizando mi punto de vista con datos que no me interesan.

Otro problema del periodismo es la “libertad de expresión” si, esa que tanto hemos escuchado y que literalmente funciona de la misma manera en el país (México) desde la década de 1910, y no, no es un chiste, es alarmante como no existe una legislación que proteja al reportero adecuadamente y además (recíprocamente) frene a los estúpidos que generan contenidos de chismes, lo cual deja de ser periodismo y se convierte en una intromisión cuando éticamente la información de los aconteceres personales de una persona no son socialmente trascendentes… o sea que si Calderón es un alcohólico trasciende, pero si tal artista anda con tal tipo nos importa un cacahuate… lamentable y lo siento por la señora gorda con pijama a las tres de la tarde pero los programas de chismes no son ni lejanamente periodismo.

Finalmente y ya para abrir paso a las entradas divertidas, el periodismo se basa en un rollo que se llama “agenda sething” que regula la trascendencia y caducidad de las notas, o sea que si Kalimba viola a una chamaca lo vamos a ver en primera plana en casi todos los diarios, pero solo por un tiempo o hasta que surja una noticia mas redituable… los diarios se mantienen de la publicidad mas que de las ventas, así que agradezcamos a los avisos oportunos por colaborar con el flujo de noticias =P

Yo me despido mientras comienzo a escribir nuevos post con contenido mas interesante, lo juro, mientras les recuerdo que el tiempo que gastaron leyendo estas líneas lo pudieron emplear en algo de provecho… pero no en enviar sugerencias al suplemento cultural de la Jornada, créanme, el imbécil que atiende eso ni siquiera abre los correos, lo confesó frente a toda mi generación.

¡! CAMBIO Y FUERA ¡!

2 comentarios:

Solero dijo...

Uuu el periodismo en México es de las profesiones mas peligrosas... pero para los que realmente se dedican a un periodismo mas apegado o lo real, ya no digamos "objetivo"

también es peligroso para los periodista de espectáculos jajaja que te aviente celulares ha de ser feo XD

Saludos!!

el Patch dijo...

nota al margen, además de peligroso es brutalmente mal pagado =(