viernes, 8 de octubre de 2010

Mission: Caperojita

Capitulo 5: “Wolf”

El bosque parecía mas inmenso y tardo cerca de dos horas en reencontrar el camino que llevaba justo al valle de la capital, así que cuando encontró el árbol torcido que apuntaba al norte y al sur al mismo tiempo supo que por fin podía seguir su misión y olvidar los desvaríos de aquella anciana que si bien no mortificó la crisma de Roja, si le dejo perpleja el conocimiento de Cape que poseía y no podía dejar de pensar en la confianza que le inspiró, era como si una parte de Roja se identificar plenamente con la Vidente pero aun no entendía como.

Caminó sobre veredas conocidas un par de horas, y mientras mantenía sus sentidos siempre alertas, escuchó el llanto de un animal cerca de ahí, Roja se aproximo al origen de los llantos para encontrar a una pequeña cría de zorro atrapada en una trampa. Acto seguido de un enorme salto de Roja hacia la copa de los arboles, pues la presencia de una trampa significaba que había alguien operando en el bosque y aun cuando fueran simples cazadores, lo cual era ilegal de acuerdo a la ley de El General, la experiencia con el grupo del desierto le hacían mantener mas precaución que nunca.

Brincaba de rama en rama siguiendo la trayectoria hacia la capital, saltaba con una maestría y precisión que cualquier animal salvaje difícilmente podía igualar, hasta que pisó una rama floja que la hizo caer directo al suelo en medio de matorrales. Cuando Roja se incorporo se encontró nuevamente rodeada de hombres que apuntaban con lanzas y vestían harapos muy similares a los de los hombres del desierto.

-¡Tus armas, tíralas!- Dijo quien parecía ser el líder de aquel grupo de cazadores.
Roja tiro el cinturón que contenía la mayoría de sus armas y trataba de terminar de reconocer la voz de aquel hombre.
-La de las botas también- Dijo aquella figura asombrando a Roja el conocimiento de la distribución del armamento, así que terminó de reconocer aquella voz.
-¿Woolf?- preguntó roja anonadada por la situación.
-¡Quítate la capucha, ahora!- Roja mostro su rostro y Woolf hizo un ademan, el resto de los hombres bajar sus armas.
-Roja, eres tu, no pensé que te enviaran a ti- dijo mientras ofrecía su mano a Roja quien trataba de explicarse lo que sucedía a si misma.
-Ven conmigo- a penas terminó de ofrecer Woolf cuando Roja había tomado ya su arma y lo había amenazado como en su momento a aquel hombre del desierto mientras el resto de los hombres apuntaban de nuevo con sus lanzas a Roja.
-Bajen sus armas- Dijo Woolf a los hombres, quienes obedecieron de inmediato y se dirigió a Roja: -Permíteme explicarte, seguramente tienes que llegar a la capital a encontrarme para que te entregue el maletín que entregarás a Abe de la capital ¿No es cierto?- Roja aumento la fuerza de la llave. –Dime algo que me haga soltarte o te mataré en este momento- Dijo Roja al oído de Woolf.
-El maletín se abrió, contiene una unidad de cinta, no sabemos como escuchar lo que dice porque esa tecnología dejo de existir hace mucho tiempo, pero en cuanto reporté que había dentro del maletín los hombres que me acompañaban intentaron asesinarme.- Roja soltó a Woolf. -¿Eso fue en el desierto?- Preguntó Roja a Woolf mientras vigilaba las acciones del resto de los hombres.
-Si, parece que Abe no sabia que existe un grupo de traidores dentro de Cape, en cuanto supieron que no necesitaban esperar a que llegaras para abrir el maletín, intentaron quitarme esto.- Woolf entregó a Roja la unidad de cinta marcada con el membrete de la televisora oficial. –Por suerte aun quedan agentes leales a Cape y es con ellos con quienes escapé.

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