martes, 23 de marzo de 2010

La llanta ponchada (tssssssss)

Un jocoso saludo a todos los que gustan de perder el tiempo en este, su espacio proveedor de ocio.

Una tarde iba un muchacho en su sedan por la calle, raro en esta ciudad, muy segura cuando escuchó un tronido que procedía de la parte inferior de su vehículo.

Así que bajó para asegurarse que no estaba sucediendo algo malo y se percató de que un neumático se había ponchado con el residuo del tubo para el cabello de una señora gorda con pijama a las tres de la tarde (las únicas que siguen tirando basura a la calle).

El confiado muchacho buscó su llanta de refacción y se dio cuenta de que no se encontraba, así que bajó su gato hidráulico, su llave de cruz (efectiva contra vampiros también) y retiró el neumático. Reviso la calle y se dio cuenta de que salvo por la institución de cuidado mental que estaba frente al auto equilibrado en el gato, no había nada mas, así que tomo la llanta y se dirigió a la vulcanizadora más cercana mientras dejaba todas sus herramientas regadas por la avenida.

Cuando regresó con el neumático reparado, se dio cuenta de que los dados no estaban, aunque el resto de la herramienta si, así que se preguntaba cómo podría hacer para conseguir unos nuevos y así sujetar la llanta.

Inmerso en la duda y falta de creatividad se desesperaba mientras le corrían por la mente ideas tan risibles como incluso, usar goma de mascar.

De repente, escuchó una voz que venía de una de las habitaciones del manicomio de enfrente.

Interno.- oiga joven.

Joven.- ¿yo?

Interno.- si, usted. Lo veo desde hace rato y me doy cuenta de su problema.

Joven.- si, unos escatocholopunks se robaron mis dados.

Interno.- ¿y por qué no le quita uno a cada llanta de las que tienen y se lleva así las cuatro llantas con tres dados cada una?

Joven.- ¡órale! Que listo, ¿Y por que está usted ahí?

Interno.- no se preocupe, ¡estoy aquí por loco, no por Pen%*#&!

Yo me despido recordándoles que el tiempo que gastaron leyendo este mal chiste lo pudieron emplear en algo de provecho… o revisando su llanta de refacción, no sea la de malas.

¡! CAMBIO Y FUERA ¡!

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