jueves, 5 de mayo de 2011

Declaración de guerra

Un agresivo saludo a todos los que gozan de perder su tiempo en este, su espacio proveedor de ocio.

Desde que hicieron su aparición en la vida cotidiana de su servidor siempre he demostrado un obvio desagrado a la sub especie denominada “reguetoneros” y desde que empecé a lanzar insultos la mayoría de la gente que me rodea ha apoyado mi punto de vista, sin embargo, una gran cantidad de gente me ha cuestionado en repetidas ocaciones apelando a mi lado lógico y suversivo. Así que en estas líneas explicaré porque deben desaparecer los susodichos residuos de humanos.

El regueton (me niego a escribirlo como reggaetón) nace por ahí de los 70´s en Puerto Rico, luego se exporta a Panama y se fue extendiendo como cáncer por toda Latinoamérica, su estructura es un robo a una base de Dance Hall llamada “Dembow” pero el Dembow del Dance Hall funciona solo como base, el regueton solo adorna esta con unos cuantos sonidos sintetizados y una letra espantosamente violenta, misógina y vulgar en toda la extensión de la palabra. Siempre ha florecido en zonas marginadas y poco a poco se ha vinculado con la violencia y crimen. Por ello esta declaración de guerra toma como puntos de partida los siguientes taxones:

La música.

La música es una de las siete bellas artes, quizá el hombre armonizaba sonidos antes de un lenguaje, poco a poco se han hecho lugar grandes compositores y géneros con una base melódica perfectamente bien estructurada y diseñada han luchado por sobresalir; orquesta, opera, rock, salsa, cumbia, reggae, dub, dance hall, ska, blues, jazz, heavy metal, punk, grunge, pop, electrónico, glam, hip hop, norteño, mariachi, flamenco, trova, psycho, corrido, ranchera, calipso, surf, tropical, hardcore, oi, merengue, tango, bolero, gótico, etc.
En todos estos géneros, al solo mencionarlos se connota una ideología, un tipo de poesía, a veces incluso una lucha o una religión de por medio, una justificación a un acto de desobediencia civil y nada de eso está en el regueton, el regueton es solo una serie de insultos en una base robada de un ritmo jamaiquino mezclado con el pobre contexto semicultural del ignorante que lo susurra.
Por lo tanto, al carecer de arte, de poesía, de mensaje y de historia declaro al regueton como una serie de sonidos insultantes, jamás como un estilo musical, ya no digamos como un género porque no lo es.

Ideología.

Muchos autores han escrito libros completos para definir esta palabra, pero para sintetizar quiero manejarla como un pensamiento relacionado con el poder, con el Estado, un pensamiento tan poderoso que justifica acciones.
Todas las denominadas “tribus urbanas” toman una de estas y se cobijan bajo su manto, comparten una idea, ven algo en su contexto que no aceptan y luchan por cambiarlo, siempre en aras de mejorar a la sociedad según justamente su ideología, y me atrevo a decir que según su muy particular punto de vista siempre buscan un bien común, una visión izquierdista muy altruista. El reguetonero solo busca una especie de hegemonía banal que oscila entre los traumas del sujeto y las normas del barrio donde suelen hacer sus fechorías. Además de estar directamente sometidos al régimen capitalista del sistema, cosa que presumen con los ostentosos artículos que los caracterizan.
Por ello me niego a aceptar un proceder tan nocivo y cruel para el resto de la población como una ideología y los declaro como simples seres instintivos.

Misoginia.

Cualquier verso de lo que se denomina como regueton es una clara ofensa al papel que desempeña la mujer en la sociedad, es un insulto directo al movimiento feminista que ha mantenido sus nobles ideales de igualdad a través de una incansable lucha, por ello el regueton es un claro ejemplo de un pensamiento retrograda, cosa que se sustenta por su clara visión instintiva hacia el acto sexual, acto que ha sido convertido en géneros literarios y artísticos como un proceder tan lleno de sentimiento que incluso es un parteaguas que da fe de la distinción humana frente a el resto de los seres vivos del planeta.
La mujer es un símbolo poderoso, representado en casi todas las mitologías y culturas como un símbolo de belleza. La mujer es portadora de la base sentimental humana, son aquellas por las que el hombre sería capaz de luchar una guerra. El reguetonero promedio ve a la mujer como un objeto, minimiza su papel social y lo peor es que las mujeres que se involucran en este asunto del regueton no solo lo permiten, además aceptan ser tratadas de esta manera tan peyorativa, convirtiéndose así en un verdugo a su propio genero, a su herencia y la lucha ideologica de toda la humanidad que se ha construido con siglos de trabajo.

Religión


Un tema particularmente personal, pues la creencia propia y el profesar la fe es un derecho indiscutiblemente necesario. Sin embargo, este derecho termina cuando se invade el derecho de otra persona, cosa que hacen los reguetoneros al robar psicológicamente a toda persona que se cruza en su camino a nombre de un símbolo católico (San Judas Tadeo (San Juditas Tadeo (San Monitas Perreo))), arrastrando a este acto vandálico a todas las personas que vierten su fe sinceramente en esta deidad, además de involucrar en un acto de violencia a la religión con más feligreses en el país (México) quienes en su mayoría no comparten estas practicas.

El baile.

El baile es la hermosa armonía de dos cuerpos moviéndose al mismo compás, un erótico juego de diversión sana y que tiene sus orígenes incluso en ritos religiosos y ceremonias. El reguetonero simula al acto sexual de una manera carente de pasión, limitando el concepto a la simple definición de “sexo” al retirar cualquier sentimiento involucrado en el acto mismo, sentimientos que son, me atrevo a afirmar, una de las características que separan al ser humano del resto de los seres vivos del planeta, remitiendo así nuevamente a un calificativo de retrograda o primitivo a este acto denominado “perreo”


He aquí algunas razones por las cuales declaro oficialmente la guerra a esta moda que destroza ideologías, contextos, movimientos y que llena poco a poco de violencia a nuestra sociedad. No es un juego y el enemigo no es el reguetonero, el reguetonero es una victima de este juego. Por ello exhorto a todas las personas que gustan de este atroz acto destructivo a recapacitar y limitarse a escucharlo como lo que es, una moda insulsa y no vestirse bajo el manto de esta.



3 comentarios:

CocoNash dijo...

Me gustó la forma en la que hablas de la mujer y del sexo, y pues sí, el reguetón es un insulto a nosotras las mujeres, nos trata como si sólo sirviéramos para tener sexo y ya.

el Patch dijo...

por eso hay que eliminarlo amiga, hay que detenr la destruccion de la cultura, del arte y de la evolución

M. Samsa dijo...

deja de eso...ummm consdero que el problema es que también es un mercado que vende demasiado, tanto del lado de la música (aunque irónicamente le deja a la industria de la piratería) y por otro lado a los lugares donde se organizan los eventos

y siendo así, es dificil erradicarlo...ami tampoco me late pero que le vamos a hacer. Tome un taller de gestión cultural y me quedó muy marcado lo que dijo el tallerista, ya que uno como gestor debe conocer y meterse en todo tipo de cuestiones así lo aborrescas

saluso