Un nuevo saludo a todos los que gozan de perder su tiempo en este, su espacio proveedor de ocio.
Es vigorizante saludarles de nuevo estimados lectores, la verdad los extrañe mucho (cuuuuursi). Pero creo que la muestra valió la pena. Supongo que ahora debo regresar al formato anterior de este espacio, pero sinceramente me da una mezcla de flojera con una pizca de cariño que ya le agarré a la imagen.
Mientras me animo a regresar al fondo blanco les platico que regresan los viernes de kuuuuumbia, la guerra contra la señora gorda con pijama a las tres de la tarde y todas las cosas que saben que encuentran por aquí.
Y mientras regreso a publicar con regularidad quiero hablar de algo que paso aquí (México DF) mientras la muestra nos deleitaba con talento.
En nuestro país el gobierno se divide (o debería) en tres poderes básicos, uno es el presidente que debe cuidarla imagen de nuestro país, administrar el presupuesto y evitar guerras con otras naciones, cámaras de diputados y senadores que deben mantener frescas y vigentes las leyes y el poder judicial que debe ver que las normas se cumplan… casi nunca pasa así, pero ese no es el punto.
Hace ya un rato en el senado apareció una manta de un partido político que no es el del poder que decía “¿Dejarías que un borracho manejara tu auto? ¿No verdad? Entonces ¿Por qué dejas que maneje tu país?” O algo así, esta es una obvia acusación a Felipe Calderón, (o FECAL como me gusta llamarlo) quien es quien ocupa este puesto.
El asunto comenzó a causar revuelo y una señora que se llama Carmen Aristegui en una transmisión en su programa de radio a través de MVS dijo algo así como “El presidente debería aclarar esto y decir si es que padece de esta enfermedad”… esto fue el principio de una serie de eventos muy alegóricos.
Al día siguiente Doña Carmen había perdió su trabajo por que según la empresa rompió el “código de ética” de la empresa. Obviamente comenzó una movilización de gente que consideró que era un abuso, se tachó al gobierno de haber tenido algo que ver y comenzó un debate que arrasaba con la atención de muchas conversaciones.
Yo me indigne, por que halla sido la empresa o el gobierno, no consideré que la señora (que ya tenia fama de decir las cosas con digamos… poco tacto y sin pelos en la lengua) no había caído en exceso, de hecho ella no fue la que hizo la acusación, solo solicitó que se aclarara el asunto.
Después de una serie de arreglos con la empresa Aristegui regresó a la transmisión y la empresa tuvo que publicar su llamado “manual de ética” lo cual en lo personal, creo que no aplica, según yo o es una clausula de contrato o nos metemos de fondo en la filosofía de definir lo que es la ética, en especial en el asunto del periodismo.
Ok, todo terminó así, resulta que se evitó un despido injustificado… uno nada mas, no fue como aquel caso de el SME cuando la PFP (cuerpo ilegal por cierto) reprimió a los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro que se quedaron sin chamba… no, esta vez si se hizo justicia… y de la mejor, pues Doña Carmen tiene más audiencia que nunca. Los que protestaron por su regreso al aire la escuchan feliz y alegremente.
Pero yo tengo una pequeña duda a todo esto ¿ES ALCOHOLICO EL PRESIDENTE O NO? Normalmente no juzgo esto, es más, yo disfruto de una buena cerveza cada que se puede, pero mi rol social no depende de mi estatus de borracho, el de FECAL si… creo que escribiré al IFAI a ver si me pueden aclarar la duda…
¡! CAMBIO Y FUERA ¡!
Es vigorizante saludarles de nuevo estimados lectores, la verdad los extrañe mucho (cuuuuursi). Pero creo que la muestra valió la pena. Supongo que ahora debo regresar al formato anterior de este espacio, pero sinceramente me da una mezcla de flojera con una pizca de cariño que ya le agarré a la imagen.
Mientras me animo a regresar al fondo blanco les platico que regresan los viernes de kuuuuumbia, la guerra contra la señora gorda con pijama a las tres de la tarde y todas las cosas que saben que encuentran por aquí.
Y mientras regreso a publicar con regularidad quiero hablar de algo que paso aquí (México DF) mientras la muestra nos deleitaba con talento.
En nuestro país el gobierno se divide (o debería) en tres poderes básicos, uno es el presidente que debe cuidarla imagen de nuestro país, administrar el presupuesto y evitar guerras con otras naciones, cámaras de diputados y senadores que deben mantener frescas y vigentes las leyes y el poder judicial que debe ver que las normas se cumplan… casi nunca pasa así, pero ese no es el punto.
Hace ya un rato en el senado apareció una manta de un partido político que no es el del poder que decía “¿Dejarías que un borracho manejara tu auto? ¿No verdad? Entonces ¿Por qué dejas que maneje tu país?” O algo así, esta es una obvia acusación a Felipe Calderón, (o FECAL como me gusta llamarlo) quien es quien ocupa este puesto.
El asunto comenzó a causar revuelo y una señora que se llama Carmen Aristegui en una transmisión en su programa de radio a través de MVS dijo algo así como “El presidente debería aclarar esto y decir si es que padece de esta enfermedad”… esto fue el principio de una serie de eventos muy alegóricos.
Al día siguiente Doña Carmen había perdió su trabajo por que según la empresa rompió el “código de ética” de la empresa. Obviamente comenzó una movilización de gente que consideró que era un abuso, se tachó al gobierno de haber tenido algo que ver y comenzó un debate que arrasaba con la atención de muchas conversaciones.
Yo me indigne, por que halla sido la empresa o el gobierno, no consideré que la señora (que ya tenia fama de decir las cosas con digamos… poco tacto y sin pelos en la lengua) no había caído en exceso, de hecho ella no fue la que hizo la acusación, solo solicitó que se aclarara el asunto.
Después de una serie de arreglos con la empresa Aristegui regresó a la transmisión y la empresa tuvo que publicar su llamado “manual de ética” lo cual en lo personal, creo que no aplica, según yo o es una clausula de contrato o nos metemos de fondo en la filosofía de definir lo que es la ética, en especial en el asunto del periodismo.
Ok, todo terminó así, resulta que se evitó un despido injustificado… uno nada mas, no fue como aquel caso de el SME cuando la PFP (cuerpo ilegal por cierto) reprimió a los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro que se quedaron sin chamba… no, esta vez si se hizo justicia… y de la mejor, pues Doña Carmen tiene más audiencia que nunca. Los que protestaron por su regreso al aire la escuchan feliz y alegremente.
Pero yo tengo una pequeña duda a todo esto ¿ES ALCOHOLICO EL PRESIDENTE O NO? Normalmente no juzgo esto, es más, yo disfruto de una buena cerveza cada que se puede, pero mi rol social no depende de mi estatus de borracho, el de FECAL si… creo que escribiré al IFAI a ver si me pueden aclarar la duda…
¡! CAMBIO Y FUERA ¡!
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