Aventura espacial

Bitácora espacial, comandante Patch desde su espacio proveedor de ocio.

Después de recibir noticias de falta de suministro de líquido gaseoso vital y de consumo humano, he decidido aceptar la misión solicitada por la generala “Jefecita”

El dialogo se llevo a cabo apegado al protocolo galáctico de suministro de víveres:

Generala: Patch ya no hay refresco
Comandante Patch: manda al Fer para eso son los pubertos
Generala: se esta bañando y eso puede tomar horas
Comandante Patch: ta´gueno, a ver, caite con el varo

Salí de la locación rumbo a lo desconocido, abrí la puerta con la llave (una llave espacial por su puesto), revise ambos lados de la carretera espacial en busca de extreterrestres-escatocholopunks que pudieran poner en riesgo la integridad de la misión y al no encontrarlos cerré la puerta, sabía que al hacerlo reduciría el tiempo de acceso al volver, lo cual sería trágico en una emergencia, pero un comandante de mi reputación no le teme al peligro.

Me dirigí al lugar de abastecimiento de liquido gaseoso pero a escasos 20 metros terrestres de la base encontré un monte de material de construcción que obstruía el paso, así que temerariamente cambie mi rumbo previamente calculando la trayectoria del viaje y me baje de la banqueta… er… digo, proseguí por las rutas de los vehículos.

Mas adelante me encontré con el primer desafío real, una temida y muy común materia orgánica olorosa y desagradable, producto de la excreción de cuadrúpedos vagabundos, pero para un comandante espacial como yo, con solo aplicar la maniobra evasiva clave P.O.P.O. del manual de sobrevivencia del comandante Patch (patente pendiente) la cual consiste en un enorme salto, logre evitarla con éxito.

Antes de llegar al lugar de abastecimiento mire a ambos lados en el cruce con las vías de las naves, pues es de dominio público que las maniobras de las naves públicas son peligrosas para el resto de los habitantes de la zona. No había peligro así que pase y me dirigí al lugar.

¡Alerta roja! Dentro del centro de abastecimiento se encontraba el peligro mas famoso de la zona, un horrible ser con tubos en la cabeza y “ajeno-tofago” mejor conocido como la señora gorda que usa pijama a las tres de la tarde… así que para evitar esta amenaza me pare muy seguro de tras de ella, pues sabemos que huelen el miedo y como no tenia un collar de ajos era mi única defensa. Aun cuando mi experiencia es basta en estas misiones espaciales, la presencia de este ser sigue siendo espantosa y temible.

Finalmente era mi turno para solicitar los víveres así que comencé el protocolo de comercio local con el fin de acelerar la transacción, pues en la base me esperaba un especial navideño de Los Picapiedra… er… digo un programa cultural sobre Dickens y la literatura clásica.

Proveedor: buenas tardes
Comandante Patch: Buenas don Juanito, ¿tienes chescos de tres litros?
Proveedor: si, ¿cuantos le pongo jovenazo?
Comandante Patch: uno, unos “tuinquis” de vainilla y una chela pa´l calor
Proveedor: pero hace un buen de frio joven
Comandante Patch: tons uno de tequila pa´l frio
Proveedor: ¿como ve el invierno joven?

Esas palabras son amenazantes, pues si uno no mantiene sus precauciones puede verse inmerso en una conversación sosa y sin rumbo que no te permite volver

Comandante Patch: bien frio don Juan
Proveedor: ¿Qué dice la escuela?
Comandante Patch: er… bien… ¿Qué dice PROFECO?
Proveedor: bien, (se pone rojo) aquí esta su refresco
Comandante Patch: de aquí se cobra por favor y écheme unos cigarros también
Proveedor: huuuuu, ¿no tiene cambio? Es que la señora se acaba de llevar todo
Comandante Patch: nada jefe, si quiere luego se lo paso
Proveedor: no, no, aquí encontré

¿No que no?

Comandante Patch: gracias don, ¡Cambio y fuera!

Así que después de evadir como un experto esas artimañas y con los víveres en mano y seguros regresaba con sumo cuidado. Esta vez en el cruce fui sorprendido por un hostil vehículo conocido como “Taxi” el cual casi me despoja de mi vida, pero con un popular gesto chilango me defendí aludiendo a la progenitora del operador.

Después calcule una nueva trayectoria para evitar la materia orgánica, pues por el contenido de carbono gaseoso de la bebida no es muy recomendable la maniobra P.O.P.O. Pero un experto como yo ya lo tenia calculado.

El reto ahora era volver a poner la llave (espacial por supuesto) para acceder al lugar, así que con mis habilidades de contorsión puse la bebida en los dedos de mi mano izquierda, mientras con mi codo sostenía el tequila, los cigarro y hasta arriba los pastelillos para que no se dañaran pero era imposible. Así que aun temeroso de alguna otra tragedia, hice uso de mi arma secreta en este caso. Volví a acomodar todo y con un fuerte y decidido grito llame refuerzos:

Comandante Patch: Feeeeeeer,
Cadete Fer: ¿Qué quieres?
Comandante Patch: ven a abrirme, no seas gacho
Cadete Fer: nel, estoy ocupado
Comandante Patch: órale wey, que tú debiste ir
Cadete Fer: como das lata, ya voy

Después de esperar unos minutos, tuve que insistir de la manera mas educada posible

Comandante Patch: órale wey, o voy por ti
Cadete Fer: a ver, ven por mi
Comandante Patch: te estas ganando un zape
Cadete Fer: ya voy ¿y tus llaves?
Comandante Patch: aquí las traigo pero no puedo abrir
Cadete Fer: Pues que wey eres.

Finalmente deposite los encargos en la mesa, me dirigí con la generala y entregue el resto del capital financiero de esta misión con una previa extracción a causa de mis honorarios.

Generala: el refresco esta caliente, ¿no había frio?
Comandante Patch: er… no jechu, ponle hielo o manda al Fer que esta de grosero.

Y con esa frase me salve hábilmente de repetir la misión.

Y así una vez mas ha sido un éxito la aventura y la galaxia descansa en paz…
Bitácora espacial del comandante Patch recordando que el tiempo que gastaron leyendo estas líneas lo pudieron emplear en algo de provecho… o viendo un especial navide… er… de literatura clásica

¡! CAMBIO Y FUERA ¡!