El Santos

Ay sí, "el Santo". Ay sí. Ay sí, "el héroe". Sáquense con su Santo a lavar las patas.

Ay sí, que es bien varonil, que es bien macho ¡Pues si en las películas lo doblaba Wolf Rubinskis! ¿Y saben cuál era su llave preferida? Apuesto a que el 80% de la gente no sabe ni lo que es "la de a caballo". La practicarán en la cama, pero en lucha libre no saben cuál es.

¿Y sus películas? Pfffft. Aburridas. Me abuuuurroooo. Para dormirse están bien. Pinchis murciélagos de plástico y aventuras de detectives chafos. "Es arte" dicen algunos. También lo que yo dibujaba en el kinder es arte y nadie lo aprecia. Ahora resulta que tener poco presupuesto es arte. Naaaaah.

Que levante la mano quien haya visto una lucha, por lo menos en Youtube, del Santo ¿Quién? ¡Ahhh verdaaaad! ¿Entonces? ¿Cuál héroe? ¿El que tiene su estatua gacha en Hidalgo?

Sin embargo, y pese a todo lo anterior, El Santo es una leyenda en México. Saltó de la lucha libre a la vida real, de ahí a las películas, de ahí a los cómics y de ahí a la cama de muchas admiradoras que soñaban con quitarle la máscara, pero que nunca lo lograron. Su fama creció de boca en boca "¿ya vieron a ese wey?", "¡es el Santo!" y sus historias se contaron de papás a hijos y de hijos a nietos. Y de bloggeros a bloggeros. Y luego a twitteros.

Pensando en eso me pregunto si, por ejemplo, el Rey Arturo alguna vez existió ¿cómo puede un sólo hombre tener una fama que dure siglos y siglos? De igual manera ¿mis nietos sabrán que alguna vez hubo un enmascarado de plata? ¿se mezclará la leyenda con la realidad? ¿Pensarán que alguna vez existió y se peleó con Mr. Obama?

Lo que me queda claro es que mientras haya gente que hable de él, como nosotros, seguirá creciendo su leyenda. Aunque no sea verdad -claro- pero de eso se trata ¿o qué no?